lunes, 10 de agosto de 2009

AMANECER DESDE LA CIMA DE LA SELVA



La foto la tiré hace más de siete años y no es lo clara que hubiese querido, pero no es mi especialidad la fotografía paisajística así que valgan mis disculpas.

Foto: Manuel Risueño

PEÑARRUBIA



La mole de la Peñarrubia entre los términos municipales de Lorca y Mula, separa a la vez las dos sierras vecinas de Espuña y Pedro Ponce

Foto: Manuel Risueño

lunes, 3 de agosto de 2009

LABORES DE LA SIERRA. EL ESPARTO


Rafael Martínez Caballero,"El Serrano", trenzando esparto. Foto: Ana Martínez Melenchón


Según ha demostrado la Arqueología, el esparto es uno de los vegetales más trabajados desde la antigüedad, como han puesto de manifiesto varios de los hallazgos estudiados.
Este vegetal recibe el nombre también de espolín y se da en las zonas manchega, levantina y meridional de España. El clima duro, de inviernos fríos y veranos ardientes característicos de nuestra zona es propicio para el crecimiento del esparto. Esta planta florece en primavera. Se produce principalmente, en cerros o en tierras que estén sin cultivar. La recolección del esparto se hace con un instrumento llamado "cogedera" ó "arrancadera" que se cuelga al hombro, en la cintura o en la muñeca izquierda. Una vez arrancado el esparto, hay dos formas de trabajarlo, bien crudo o bien cocido. En nuestra localidad se trabaja el esparto crudo.
Después de haberlo recogido se extiende para que se seque bajo la acción del sol. Mediante su acción fotoquímica, pasa del verde al amarillo. De esta forma el esparto adquiere consistencia. Inmediatamente, se limpian los hilos del esparto, quitándole las puntas y las imperfecciones, seleccionándose las mejores. Una vez se han hecho estas labores se cogen los manojos y, o se estrujan con la mano o se golpean con mazas de madera sobre una piedra para que resulte más flexible su manejo. Después, el esparto se introduce en agua durante un día para que esté más suave. Luego se escurre .
La siguiente operación es la obtención de tiras de esparto para realizar cualquier pieza. Para esto se hace necesario preparar unas tiras entrecruzadas que se trenzan y que reciben el nombre genérico de "pleitas" o de "llata". A los manojillos de esparto que se van introduciendo en el trenzado se les llama "ramales" y de ellos depende la anchura de la pleita. Cada tipo sirve para elaborar una determinada pieza.
La pleita más ancha se compone de 17 ramales. Antiguamente se utilizaba en la confección de los serones, pleitas para quesos, seras, esteras y aguaderas. La de 13 ramales es la más estrecha, y se utiliza en la confección de objetos pequeños, aunque a veces también sirve para hacer serones. Los trenzados a base de menos cabos no reciben ya el nombre de pleita, se llaman cinchillos, y constan habitualmente de 5 ramales. El sobijo ó niñuelo, es una trenza fina, de 3 ramales, que se usa para coser; la tomiza ó madejilla, tiene la misma estructura que la anterior pero es un poco más gruesa y se utiliza para reforzar las piezas en el basteo, y como atadero de objetos.
El último paso es el cosido, que es sin duda la operación más difícil de todas las que se realizan con el esparto.
Las piezas que se elaboran con el esparto son: aguaderas: se usaban para el transporte de líquidos envasados en cántaros o en cantaras, e iban colocadas sobre el lomo de alguna caballería. Dejaron de fabricarse al instalarse el agua corriente en las casas y a causa del abandono del pastoreo. Son pues una de las muchas piezas en decadencia, que se hacen sólo por encargo. Cebero- se utilizaba en las cuadras para echar en su interior grano, habas, etc, que la caballería comía. Espuerta: sirve para transportar distintas materias como tierra, piedras, patatas, la uva en la vendimia o sacar la basura de las cuadras. Estera: sirve para alfombrar cualquier habitación. Baleos: especie de alfombra circular. "Posaero": es un tipo de asiento muy característico de nuestro pueblo en épocas pasadas, y actualmente se usa como elemento decorativo. Está confeccionado por una serie de pleitas de esparto, que se enrollan y se cosen, hasta obtener un cilindro que constituye el asiento. En la base, se le hace un asa, a modo de presilla, y se coloca sobre la parte destinada a asiento una piel de conejo. Se usaba como asiento de calle y como taburete para la lumbre. Es sin duda una pieza de capricho, confeccionada por su sencillez por cualquier cabeza de familia, y que carece por tanto de salida comercial. Asiento de esparto: característico de nuestra zona; cuando el asiento de las sillas o taburetes se rompían se utilizaba el esparto para repararlos. Se realizaban asientos con distintas labores y motivos.
Antiguamente cada una de estas piezas tenía una misión específica, en la actualidad muy pocas se fabrican al no ser necesarias en la vida cotidiana. Se usan como elementos decorativos en ambientes rústicos, y son realizadas por las personas mayores como entretenimiento.
En http://www.aldeadelrey.es/artesan.htm